La terapia Gestalt forma parte de la corriente humanista, es una terapia experiencial que trabaja en el momento presente, con el aquí y el ahora. Con el objetivo de fomentar la conciencia de la persona sobre sí misma y ampliar la responsabilidad sobre actitudes personales y su lugar en la vida.
Por eso se trabaja mediante el vínculo con el/la terapeuta. Se dice que lo que nos ha dañado en relación, se puede sanar en relación. Siendo así, desde Gestalt tomamos la relación terapeuta-paciente como instrumento para ir poniendo luz a aquellas partes, aspectos, vivencias que la persona tiene dificultad de ver por sí mismo/a.
Realizar un proceso terapéutico permite una mayor sensibilización corporal y emocional mediante el entrenamiento de la atención y autopercepción. Así como una mayor madurez emocional y autoapoyo mediante la escucha y la responsabilidad de la propia vivencia.
